1917
1917 es un thriller bélico que se desarrolla durante la primera guerra mundial y que sigue a dos jóvenes soldados británicos, cuyo verdadero enemigo en la trama es el tiempo, pues su misión es la de evitar que otra compañía del ejercito británico ataque al nuevo frente alemán y caiga así en una trampa; todo ello cruzando las lineas enemigas y tratando de hacerlo antes del amanecer, que es cuando se producirá la ofensiva.
Esta batalla contra el tiempo se manifiesta perfectamente gracias a la decisión de plantear la película como un único plano secuencia (aunque trucado con varios cortes, casi imperceptibles y que no rompen en absoluto el ritmo de la película) que sigue y persigue incansablemente a los protagonistas en su viaje. También hay que agradecer que esta agobiante lucha contra el tiempo sea posible a la magistral banda sonora de Thomas Newman (American Beauty, Skyfall, ...) que aporta una atmósfera de tensión constante. Si bien plantear un film como un plano secuencia ya es algo loable de por sí, Sam Mendes consigue que su película este llena de planos hermosos y momentos épicos, que denotan una enorme planificación y preparación, además de un estilo muy atractivo en su forma de dirigir (movimiento de la cámara, tiempos en los que se centra en según qué elementos, etc.). Esto último también habría que agradecérselo a la participación, como director de fotografía, a Roger Deakins, colaborador habitual de Denis Villeneuve, los hermanos Coen y el propio Sam Mendes entre otros, que dota a la película de una estética e iluminación muy características de su obra.
1917 (2019) |
Skyfall (2012) |
La cinta no carece de grandes nombres, actores como Benedict Cumberbatch, Collin Firth, Mark Strong o Richard Madden hacen aparición en la misma. Sin embargo, solo queda en eso, una aparición que casi podría considerarse cameo, porque las verdaderas estrellas y centro absoluto son los dos jóvenes protagonistas George Mackay (Captain Fantastic) y Dean-Charles Chapman (Game of Thrones). El guión de la película está escrito por el propio Sam Mendes y Krysty Wilson-Cairns y, a pesar de su simpleza (no deja de ser un viaje del punto A al punto B), está resuelto de una forma genial, con unos diálogos muy creíbles, situaciones de lo más angustiosas y una profundidad emocional que busca humanizar a los combatientes de una guerra. Los dos actores protagonistas hacen un grandísimo trabajo y hay mucha verdad en sus actuaciones durante la película, lo que ayuda a que la película tenga una dimensión más humana y profunda, tal y como era la visión del director y su co-guionista.
Otra de las muchas cosas dignas de alabanza en esta película, es la ambientación; más aún sabiendo que la peli se rueda en "un solo plano secuencia" y podemos pasar de un prado hermoso en la retaguardia, al frente de batalla con sus trincheras y sus múltiples filas, a un bosque, a una ruinosa ciudad, etc. y todo esto, lleno de innumerables cadáveres, con sus pertinentes estados de descomposición y dentro del mismo plano secuencia (aunque haya cortes); lo que implica que ha tenido un inmenso y detallado diseño de producción, que bien merecería un premio.
Con esta película, Sam Mendes firma la que, en mi opinión, sería su segunda obra maestra junto con American Beauty y, teniendo en cuenta que es también autor de una de las mejores películas de la saga Bond (Skyfall), el suyo, es un nombre a tener en cuenta a la hora de esperar nuevos proyectos.
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