Doomday Clock

Geoff Johns finaliza, a través de esta obra, un viaje que termina con los relanzamientos, reboots y demás cambios en la continuidad que se han venido dando en el universo DC en los últimos años y que comenzaban a raíz del evento Flashpoint, guionizado por el mismo Johns y pasando por los "New 52 "y "Rebirth".

Antes de entrar en materia y hablar largo y tendido de Doomsday Clock, me gustaría repasar todas las circunstancias y etapas de este viaje que mencionaba y que han desembocado en este evento que relaciona de manera directa a los personajes y el universo de la obra maestra de Alan Moore, Watchmen, con el universo DC de Batman, Superman, Wonder Woman y compañía y que prometía cambiar (de nuevo) el universo DC.

Toda esta epopeya de acontecimientos comenzó, como venía adelantando, en Flashpoint, una historia que tiene a Flash (Barry Allen) como principal protagonista y que afectó a todo lo que estaba haciendo DC por ese entonces, provocando, lo que pasa en el evento, la cancelación de todas sus series regulares.

Flashpoint consiste (de forma resumida) en que Flash, viaja al pasado para salvar la vida de su madre antes de ser asesinada a manos de su archienemigo Eobard Thawne, el Flash Reverso. Al salvar a su madre, Barry crea una linea temporal alternativa y tergiversada en la que este no tiene poderes, Superman no fue criado por los Kent, sino apresado por el gobierno, la noche en la que murieron los Wayne fue Bruce el que murió, convirtiéndose así su padre, Thomas Wayne, en Batman y la mitad de Europa se encuentra sumergida bajo el agua a propósito de la guerra entre el emperador del mar Aquaman y las Amazonas de Wonder Woman, establecidas en la denominada Nueva Themyscira (antes Reino Unido). Flash, tras recuperar los poderes y darse cuenta de su error, vuelve a viajar en el tiempo para evitar que él mismo salve a su madre y, así, deshacer el desastre que ha ocasionado. Al deshacer esto y volver a la "normalidad", se da lugar la creación de lo que se conoce como el nuevo universo DC o los Nuevos 52.

DC aprovechó Flashpoint para crear un nuevo universo, a raíz de 52 nuevos números #1 (lo que da nombre a los New 52), para ofrecer nuevas puertas de entrada a nuevos lectores y reinterpretar y reestructurar a gran parte de los personajes de la compañía. Sin embargo, a pesar de que esto supuso que pudiéramos disfrutar de obras maestras y joyas como el Batman de Snyder y Capullo, Wonder Woman de Azzarello y Chiang o el Aquaman del mismísimo Johns y Reis, esto no tuvo muy buena acogida entre los fans de toda la vida, pues todo este nuevo universo extirpaba a muchos de los personajes y equipos más queridos por los fans (JSA, Wally West, Donna Troy, etc.) y muchas de las reinterpretaciones de algunos personajes eran muy dispares a sus orígenes más clásicos y chocaban con lo que la gente amaba y respetaba desde hacía tanto. Además, una buena parte de estas colecciones iniciales fueron siendo canceladas y sustituidas por otras, debido a la disparidad de la calidad entre ellas, lo que agravó el sentimiento de perdida de lo que existía antes de este cambio de universo.

52 números después (en las colecciones que sobrevivieron a las cribas y sustituciones), Geoff Johns nos regalaba DC Universe: Rebirth, un one-shot (número único) en el que Johns nos explica que todos los cambios producidos en la linea temporal post-flashpoint habían sido provocados. En esta historia, breve pero magistral, Wally West (el antaño Kid Flash y posteriormente el Flash más querido por los fans) consigue volver del universo DC antes de Flashpoint y, por lo tanto, del olvido, para hacer ver a sus amigos y familiares que la historia ha sido manipulada y que él es el único que lo recuerda. Además, el cómic nos señala, que esa manipulación de la realidad y el tiempo que ha cambiado la linea temporal del universo DC está, de alguna manera, directamente relacionada con los personajes de Watchmen.


A raíz de este One-Shot, que supuso también el parón de Johns en la guionización de comics por un año, se produjo un nuevo relanzamiento de números #1, que acercaba un poco más el universo DC post-flashpoint al anterior y, además, con la promesa de un acercamiento aún mayor en el futuro.

Durante la andadura de las nuevas colecciones, bajo el sello de "Rebirth", pudimos ver pequeños detalles e historias que nos iban a dejar claro que estaba por llegar un gran cambio relacionado con lo que ya se nos había mostrado en DC Universe: Rebirth. Como el caso de la chapa del comediante que investigan Batman y Flash en un crossover y que les lleva a descubrir la existencia de la linea temporal modificada de Flashpoint, que Flash ya no recordaba al haberse adaptado su memoria a las vivencias de la linea actual. Sin embargo, poco más de un año después del One-Shot, Geoff Johns volvía a las andadas para contarnos lo que nos había ido prometiendo y que todos estábamos esperando: Doomsday Clock.

Una de las preocupaciones que tenía con esta obra era que se pusiera  a Watchmen, una obra seria, adulta, política y psicológica magistral, a la altura del universo de DC Comics, un tanto más mainstream, idealista, fantástica y, digamos, más familiar; Sin embargo, ya desde el primer número siento que ha sido completamente al revés. El universo DC toma un cariz de seriedad y madurez muy poco habituales y presentes mayoritariamente en obras de autores como Frank Miller o en Elseworlds de distinta índole y trata de ponerse a la altura de Watchmen.

Doomsday Clock parte con la intención de explicarnos lo que ha sucedido con el universo DC después de Flashpoint, la ausencia de personajes, equipos y acontecimientos que dejaron de existir a raíz de este y, por otro lado, también quiere hacer las veces de secuela de Watchmen.

La historia comienza con que tras revelarse el plan de Ozymandias en Watchmen, a través del diario de Rorschach, años después del final de la obra original, la guerra fría, que ya no es tan fría, se retoma y el mundo se encuentra a las puertas del holocausto nuclear, con lo que Adrian Veidt (Ozymandias) concibe un nuevo plan para salvar el mundo y necesitará la intervención del Dr. Manhattan, el cual se encuentra en otro universo.

Por su parte, el universo DC está viviendo su propia guerra fría por culpa de la "Teoría de los Superhombres" la cual acusa a Estados Unidos, que tiene la mayoría de los metahumanos del planeta, de estar haciendo carrera armamentística con héroes y villanos americanos para, hipotéticamente, unirlos contra otros países en caso de conflicto bélico. Esto desencadena un creciente malestar entre la población y un consiguiente desencanto y odio contra los metahumanos, tanto héroes como villanos.

La llegada de Ozymandias al universo DC en busca del Dr. Manhattan, hace que la historia se divida en dos tramas: la de la búsqueda de Jon Osterman (Dr. Manhattan) y la del desarrollo de la "guerra fría superheroica", centrada en Superman. Ambas tramas chocarán inevitablemente y darán lugar a grandes cambios dentro del universo DC y del de Watchmen (aunque muy probablemente no veamos más de este último).


Doomsday Clock no es una gran obra maestra, sin embargo, es una completa genialidad que, en mi opinión, funciona perfectamente como reestructuradora del universo DC y como una muy digna secuela de Watchmen (aunque a la hora de la verdad, la obra original sea intocable e inamovible). La estructura del cómic, tanto en guión como en dibujo, está hecha para homenajear la obra de Alan Moore y creo que lo consigue con solvencia, con un Geoff Johns de lo más imaginativo y comprometido con el proyecto y un Gary Frank que, salvando las distancias con Dave Gibbons en la obra original, hace un trabajo brutal y a un nivel que no recuerdo haber visto en él anteriormente. Aunque haya situaciones, elementos y personajes que parecen estar ahí simplemente para rellenar espacios y hacer más evidente el choque entre conceptos, en general, creo que ha quedado una obra redonda, muy por encima de la parte más mainstream de la compañía, con una historia muy bien resuelta y escrita que, como venía diciendo, concluye un viaje y soluciona un entuerto que no parecía fácil tras los acontecimientos y el devenir de Flashpoint y sus posteriores cambios.

En definitiva, lo que nos deja este cómic es una explicación perfectamente entendible y entretenida del universo y el multiverso de DC y su funcionamiento, validando todas sus versiones y haciendo ver que todo tiene su espacio dentro de la continuidad, además de un regreso al universo DC que quedó perdido, pero no olvidado, sin haber dado un paso hacia atrás, sino hacia delante.

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