Aves de presa y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn
Warner Bros y DC Comics, tratando de explotar la buena recepción y acogida del personaje de Harley Quinn tras la película Escuadrón Suicida, nos traen esta Aves de Presa, mientras están aún tratando de averiguar el camino a seguir en su universo cinematográfico, para que no nos olvidemos de ella y poder seguir beneficiándose de la fama adquirida en los últimos años, tanto en el cine como en los cómics, del personaje.
Esta película comienza con la premisa de que Harley, que tras haber cortado con el Joker intenta buscar un nuevo rumbo para su vida, se unirá a un equipo, compuesto enteramente por mujeres, contra un enemigo común: Black Mask
Si bien esta no es una gran película, sí que nos ofrece un muy buen entretenimiento con una acción de lo más trepidante, bien coreográfiada y creíble. Margott Robbie demuestra una vez más que nació para interpretar este papel y, aunque es el objetivo principal del film, es la reina indiscutible de este espectáculo. Sin embargo, uno de los puntos más fuertes de esta película y que también, en mi opinión, está bastante desaprovechado, es el villano; Ewan McGregor está fantástico en el papel de Roman Sionis (Black Mask), un villano poco conocido pero de lo más interesante de la galería de villanos de Batman, al que el actor le da una dimensión de lo más oscura y que da bastante mal rollo, a la par que jovial y awkward con sutiles toques femeninos u homoeróticos, sobre todo cuando está de por medio su mano derecha Victor Zsasz (otro villano de la ámplia galería del murcielago), interpretado por Chris Messina. Por otro lado, el resto de las "aves" de este grupo, aunque relegadas a un segundo plano (en comparación con la presencia de Harley en la cinta), están bastante bien retratadas y resultan ser personajes de lo más interesantes, a excepción de Cassandra Cain (contextualizo más adelante).
Tanto Rosie Perez interpretando a la policía de Gotham City Renee Montoya, como Mary Elisabeth Winstead haciendo de Helena Bertinelli, la vigilante sedienta de venganza conocida The Huntress, y Jurnee Smollett-Bell como Dinah Lance, Black Canary, están fantásticas en sus papeles, muy creíbles en las escenas de acción y, de forma general, son bastante fieles a las versiones originales de los personajes; aunque por otro lado, me hubiera gustado que le dieran más contexto y background al personaje de Black Canary. Sin embargo, el personaje de Cassandra Cain, interpretado por Ella Jay Basco, me supone un gran problema. La actuación de la joven actriz que interpreta al personaje está bien y el desarrollo y contexto del mismo no son mi principal problema; mi problema está en el nombre del personaje. En los cómics, Cassandra Cain es una joven muda que ha sido entrenada desde pequeña para ser la mejor asesina del mundo, mientras que en aquí, es una niña de acogida que se dedica a hacer de carterista por las calles de Gotham y, aunque es cierto que me molesta la enorme disparidad entre ambos contextos, el problema está en la razón por la cual han usado a ese personaje y esta es que es asiática. Ante la necesidad, puramente asociada al correctismo político actual en el medio cinematográfico, de que haya más variedad étnica, seleccionaron un personaje de una minoría y lo amoldaron a lo que quisieron para quedar bien, cuando ya existen personajes que se ajustan mejor a los parámetros contextuales y argumentales aplicados al personaje, como podrían ser Stephanie Brown o Harper Row. ¿El pronlema? que no son de ninguna minoría.
Aves de presa es una película que, a pesar de lo que pueda parecer porque nadie la había pedido, no arriesga absolutamente nada. Sabiendo que Harley es un personaje de acción, gamberro y divertido, Warner decidió copiar, sin ningún tipo de vergüenza, propuestas cinematográficas con personajes similares, con el claro ejemplo de Deadpool, y ha decidido hacer una película de Deadpool con Harley Quinn.
Lo más destacable de la película y donde se nota que han puesto toda la carne en el asador es, sin duda alguna, la acción. Las coreografías de combate físico, los tiroteos y las persecuciones de la película son simplemente increíbles y ver a Harley peleando, ya sea con un bate, con su mazo o con sus manos desnudas es pura fantasía; el estilo de acción de esta película recuerda bastante, salvando las distancias, al de la saga de John Wick y da gusto ver a un grupo formado por mujeres repartir leña de esta manera. En otro orden de ideas, esta película trata el feminismo y el empoderamiento de una forma que, a día de hoy, resulta bastante peculiar: sin ningún tipo de pretensión, ni sobreverbalización que acaban por transformar ciertas películas en productos panfletarios; y eso teniendo en cuenta que todos y cada uno, sin excepción, de los hombres que aparecen en la película son malos o unos capullos, lo que queda como un detalle divertido y como sátira de lo que confronta el movimiento feminista.
En definitiva, es una película que, aunque tiene sus momentos y su gran mayoría están relacionados con las escenas de acción, no solo no aporta nada nuevo, sino que se siente como un batiburrillo de conceptos que a otros les han funcionado con anterioridad y como una excusa un tanto cogida con pinzas para explotar a Harley Quinn. Se puede llegar a disfrutar el film, porque no es una mala película, pero es otra más para añadir al montón de pelis vistas y que solo merece la pena volver a acudir a ella si te gusta mucho el personaje interpretado por Margott Robbie.
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