Diamantes en bruto (Uncut gems)
Diamantes en bruto es otra de las sorpresas de Netflix y que empiezan a justificar la salvaje subida de precios en sus diferentes tarifas.
Dirigida por los hermanos Safdie, que no conocía hasta que vi esta película, y protagonizada por Adam Sandler, jugando fuera de su patio de juegos habitual.
La película gira en torno a Howard Ratner (Adam Sandler), un joyero carismático y estafador con adicción al juego, al que las cosas no le van como le gustarían con su negocio, ni con sus deudas, ni con su familia. Pero este asumirá una serie de riesgos con un jugoso negocio que podría hacerle millonario.
Adam Sandler, el principal protagonista, está completamente fuera de su elemento en esta película, sin embargo, consigue una actuación de lo más veraz y al más alto nivel, la cual, estoy seguro de que no ha ido nominada a nada debido a la alta competencia en la categoría. Idina Menzel hace también su aparición y cumple bien con su papel como la esposa y madre de los hijos del protagonista aunque, y sin ánimo de menospreciar sus dotes y repertorio como actriz, que no cante en esta película hace que me venga abajo. Cabe también destacar la aparición de Kevin Garnett, jugador de la NBA, haciendo de sí mismo y aunque pueda sonar estúpido porque se interpreta a sí mismo, lo hace bastante bien. Sin embargo, uno de los personajes que más me interesan y que está bastante bien defendido es el de Julia, interpretado por Julia Fox. Su personaje es el de la "amante" del protagonista y tiene un punto "naive" y simple, pero con buen fondo y humilde, que ella sabe interpretar y presentar en pantalla; esta es otra actriz que podría resultar una revelación y que creo que habrá que seguir de cerca su trayectoria.
La película arranca fuerte, contextualizando al personaje principal, sus motivaciones y su forma de ganarse la vida y le va siguiendo a lo largo de la cinta mientras vemos cómo las cosas se van torciendo. El ritmo del film baja a mitad de la película con tantas idas y venidas que, si bien son necesarias para entender ciertas decisiones que tomará el protagonista, hacen que la película se haga un poco cuesta arriba. Sin embargo, en el último tercio del film, este toma un pulso narrativo increíble, con un montaje excelente, que te hace sentir el nerviosismo o el júbilo de los personajes cuando estos lo están sintiendo y que concluye de una forma de lo más abrupta, inesperada e increíblemente bien rodada.
En definitiva, es una película que está algo por encima del mero entretenimiento, con un estilo que me recuerda a un híbrido extraño entre el cine de Scorsese y el de Joel Schumacher, concretamente en Phone Booth (2002) y que ha sido, como ya venía diciendo, otra de las sorpresas de Netflix en cuanto a super producciones cinematográficas. Además, siempre es un gustazo ver a actores muy encasillados salir de su zona de confort y más aún, hacerlo con tanta solvencia como lo ha hecho el amigo Adam Sandler.
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