Wonder Woman de George Pérez - Parte 1
Con este que ahora escribo, doy comienzo a una serie de posts en la que hablaré de la etapa de George Pérez al frente de Wonder Woman.
Esta colección comenzó su andadura en 1987, con la propuesta de DC Comics de renovar, reinterpretar y relanzar a muchos de sus personajes tras lo acontecido en Crisis en Tierras Infinitas. La salida de esta colección y nueva visión del personaje y su mitología (nunca mejor dicho) coincidió en el tiempo con El Hombre de Acero de John Byrne y el Batman Año Uno de Frank Miller.
Pérez reinventa el origen de la amazona, llevando la acción al presente (al menos el de la época), dejando atrás su origen durante la segunda guerra mundial. Lo cual tiene sentido, porque la primera aparición del personaje creado por William Moulton Marston se produjo en el All Star Comics #8 de 1941, cuando el conflicto bélico no hacía sino escalar. Dado el contexto de la época, Marston quiso crear una nueva clase de superhéroe, uno que no solo luchase contra el mal con los puños y usando la violencia, sino que también predique con el amor. Ante esta idea, la propia mujer de Marston, Elisabeth Holloway Marston, también psicóloga como su marido, sugirió que fuese una mujer. Como dato curioso, ambos crearon el primer prototipo del detector de mentiras, lo que hace que destaque aún más que el personaje de Wonder Woman, también creado por el matrimonio, lleve siempre consigo su famoso lazo de la verdad de Hestia, que obliga a aquel que toque a decir la verdad. Por lo tanto, ambas personalidades, inspirándose en una "amiga" (wink, wink) común, crearon a un personaje femenino fuerte, independiente y que trataba de usar el amor y la compasión como su principal arma contra las fuerzas del mal.
Bajo este prisma y olvidando años, etapas y épocas en las que, tras el fallecimiento de Marston, Wonder Woman dejaba de ser ese personaje femenino fuerte e independiente, para ser el ama de casa favorita de américa, George Pérez devuelve al personaje a ese esplendor y empoderamiento que fuera tan intermitente durante años anteriores. Centró sus esfuerzos en hacer de Wonder Woman un gran ejemplo de mujer empoderada e independiente de la época y en recuperar la importancia del amor y la compasión en su batalla contra el mal. Además, aunque las raíces del personaje giran en torno a la mitología griega, en su etapa, Pérez elevó esto a la máxima potencia y la presencia, al menos en los primeros arcos, de los dioses griegos y criaturas y personajes mitológicos son constantes.
Esta primera parte de la que hablo, compuesta por los primeros 14 números de la colección (Grandes autores de Wonder Woman George Pérez: La mujer maravilla. ECC Ediciones) comienza con el origen de las amazonas y su historia hasta el nacimiento de Diana y cómo esta crece y se entrena hasta la llegada de Steve Trevor a Themyscira, la isla oculta en la que residen las amazonas. Por su parte, Ares, el dios de la guerra, tiene planes para poner en pie de guerra a la humanidad y junto con sus hijos Deimos y Fobos, trabajará para llevarlos a cabo y destruir a Diana, que ha recibido el encargo de los dioses de derrotar a Ares junto con sus aliados humanos y salvar así el mundo y a los propios dioses olímpicos. Este primer arco está cargado de épica y de personajes secundarios muy interesantes que van evolucionando desde el momento en que entran en contacto con Diana y que hacen también evolucionar a nuestra protagonista. Esta historia de origen del personaje difiere mucho de la vista en el film de 2017 y no solo porque esta última se produzca durante la primera guerra mundial, sino porque muchos secundarios que aparecen en una no aparecen en la otra y viceversa y, sobre todo, porque las relaciones que establece Diana con las personas de fuera de Themyscira y con el mundo en general, son completamente diferentes en ambas versiones.
Sin entrar en spoilers o, al menos, entrando en los menos posibles, el siguiente arco se centra en ver las consecuencias del plan de Ares y lo que supone para el planeta la llegada de Wonder Woman al "mundo del hombre". Para ello, Pérez decide valerse de diarios, informes o cartas de personas cercanas a Diana: la Dra. Julia Kapatelis, la hija de esta, Vanessa, Myndi Myer, la publicista de Wonder Woman (ayudándola a expandir su mensaje de amor y compasíon por el mundo, a la vez que se gana unos pavos por ello) y la teniente Etta Candy. En estos escritos, estos personajes cuentan sus experiencias junto a la amazona y cómo les afectan a estas y al mundo. Entre escrito y escrito, se va gestando una trama en la que la Dra. Barbara Minerva, muestra gran interés en hacerse con el lazo de Hestia de Diana por cualquier medio necesario y contacta con la publicista de Wonder Woman. Todo esto derivará en el enfrentamiento entre Diana y Cheetah, una de las villanas más importantes e icónicas del personaje. Esta historia, más que un arco en sí mismo, resulta un epílogo perfecto para la historia del enfrentamiento contra Ares y como un prefacio para lo que será la gran rivalidad entre Cheetah y Wonder Woman.
El tomo finaliza con un arco argumental que, aunque para mí es el más flojo, no deja de ser interesante. Diana ha vuelto a Themyscira y sus actos en el mundo del hombre han llamado la atención de Zeus, maliciosamente persuadido por la influencia del dios Pan, hijo de Hermes, para prestar toda su "atención" (wink, wink) a las amazonas y más concretamente a nuestra protagonista. Ante la incomprensión y posterior negativa de Wonder Woman al claro abuso de poder que trataba de ejercer Zeus, cual jefe de oficina salido, este pone en duda la valía de las amazonas como raza y encomienda una serie de desafíos a Diana para probar lo digno de su raza y de sí misma.
En sí misma, la intención de este arco no es nada mala. Sin embargo, puede que la intención de DC de cohesionar y relacionar más estrechamente su universo, como así había hecho Marvel casi desde sus inicios, le haya jugado una mala pasada a esta trama. En las fechas en las que se publicaban los números de este arco, estaba editándose un nuevo crossover de la compañía llamado Millenium, en el que los Manhunters, enemigos robóticos de los Green Lantern, trataban de evitar la participación de los héroes de la liga de la justicia en sus planes de dominio galáctico y para ello se infiltraron, o bien como personajes cercanos a dichos héroes o como personajes que pudieran plantear problemas para mantenerlos ocupados. Es en esta segunda vertiente sobre la que se han apoyado para justificar el desafío de los dioses, orquestado por la influencia de un Manhunter, pero aun así, tratando de ser una historia por sí misma. El resultado: Un batiburrillo de ideas algo confuso, que habría estado mucho mejor y habría tenido mucha más relevancia de haberse justificado a sí mismo, en vez de relacionar la razón de ser de la historia con el resto del universo DC. Sin embargo, como venía diciendo, a pesar de ser un arco un tanto más flojo por las razones expuestas, resulta ser bastante entretenido en interesante.
En mi opinión y a falta de leer el resto de la etapa, esta es la versión más completa, interesante y épica que he leído del personaje y ya la considero como referente y como su versión definitiva. Diana se siente un personaje muy creíble, con una naturaleza muy naive y pura, que va evolucionando y que termina siendo una heroína poderosa, independiente y que no olvida sus metas en su lucha contra el mal.
El tomo finaliza con un arco argumental que, aunque para mí es el más flojo, no deja de ser interesante. Diana ha vuelto a Themyscira y sus actos en el mundo del hombre han llamado la atención de Zeus, maliciosamente persuadido por la influencia del dios Pan, hijo de Hermes, para prestar toda su "atención" (wink, wink) a las amazonas y más concretamente a nuestra protagonista. Ante la incomprensión y posterior negativa de Wonder Woman al claro abuso de poder que trataba de ejercer Zeus, cual jefe de oficina salido, este pone en duda la valía de las amazonas como raza y encomienda una serie de desafíos a Diana para probar lo digno de su raza y de sí misma.
En sí misma, la intención de este arco no es nada mala. Sin embargo, puede que la intención de DC de cohesionar y relacionar más estrechamente su universo, como así había hecho Marvel casi desde sus inicios, le haya jugado una mala pasada a esta trama. En las fechas en las que se publicaban los números de este arco, estaba editándose un nuevo crossover de la compañía llamado Millenium, en el que los Manhunters, enemigos robóticos de los Green Lantern, trataban de evitar la participación de los héroes de la liga de la justicia en sus planes de dominio galáctico y para ello se infiltraron, o bien como personajes cercanos a dichos héroes o como personajes que pudieran plantear problemas para mantenerlos ocupados. Es en esta segunda vertiente sobre la que se han apoyado para justificar el desafío de los dioses, orquestado por la influencia de un Manhunter, pero aun así, tratando de ser una historia por sí misma. El resultado: Un batiburrillo de ideas algo confuso, que habría estado mucho mejor y habría tenido mucha más relevancia de haberse justificado a sí mismo, en vez de relacionar la razón de ser de la historia con el resto del universo DC. Sin embargo, como venía diciendo, a pesar de ser un arco un tanto más flojo por las razones expuestas, resulta ser bastante entretenido en interesante.
En mi opinión y a falta de leer el resto de la etapa, esta es la versión más completa, interesante y épica que he leído del personaje y ya la considero como referente y como su versión definitiva. Diana se siente un personaje muy creíble, con una naturaleza muy naive y pura, que va evolucionando y que termina siendo una heroína poderosa, independiente y que no olvida sus metas en su lucha contra el mal.
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